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¿Cómo afecta el confinamiento a la ansiedad?

Alejandra Hernández

Artículo redactado por Alejandra Hernández

Soy psicóloga sanitaria, sexóloga, terapeuta EMDR y terapeuta Sensoriomotriz. Dirijo los centros Hernández Psicólogos de Málaga, Marbella y Fuengirola donde he seleccionado a excelentes psicólogos para rodearme del mejor equipo para la atención a personas en el área del bienestar y la salud mental.

Uno de los grandes temas que ha abarcado la psicología, a lo largo de los tiempos, ha sido el estudio de las emociones. Por ello han ido surgiendo diferentes perspectivas que a partir de los años 60, han ido cogiendo peso, entre ellas, una de la más influyentes ha sido la perspectiva evolucionista, basada en el carácter funcional y adaptativo de las emociones.

Debido a la gran importancia que tienen las emociones para nuestro propio desarrollo y el de los demás, es necesario aprender a reconocerlas. La posibilidad de reconocer e interpretar emociones en nosotros mismos y en  los demás con precisión, modula nuestro propio comportamiento y ayuda a regular nuestra propia conducta y la de los demás.

Relación de la ansiedad y confinamiento

La situación de confinamiento que estamos llevando a cabo en nuestros hogares a causa del coronavirus, ha provocado en todos nosotros una situación de incertidumbre y vulnerabilidad, que con el paso de los días puede provocar que experimentemos estados emocionales inestables que nos afecten y generen cierto malestar. Esta situación podría agravarse en personas que en su día a día ya experimentaran dificultades en la regulación emocional.

Aunque ésta situación de confinamiento, hará que experimentamos todo tipo de cambios emocionales durante esta etapa, una de las emociones que puede estar más presente en nuestro día a día y puede intensificarse a medida que pasen las semanas de aislamiento,  es la ansiedad por estar encerrado en casa.

Pero, ¿qué es la ansiedad?

Desde sus primeras conceptualizaciones, la ansiedad ha sido objeto de estudio de multitud investigaciones desde diferentes enfoques y aproximaciones psicológicas. Pese al gran volumen de investigaciones que se han realizado, hoy en día sigue siendo uno de los conceptos más estudiados en el ámbito de la psicología.

Los problemas de ansiedad tienen una alta prevalencia, en España, se calcula que aproximadamente un 6,8 % de la población general los padecen, siendo dos veces más prevalentes en mujeres según muestra la Sociedad Española de ansiedad y estrés.

Según el diccionario de la Real Academia Española, el término ansiedad proviene del latín “anxietas”, refiriendo un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Se considera que la ansiedad es una emoción que se da ante diferentes situaciones que pueden ser ambiguas, en las que se anticipa una posible amenaza, que provoca una serie de reacciones tanto fisiológicas, cognitivas y conductuales que preparan al sujeto para actuar frente a ellas, sin embargo en muchas ocasiones, el estímulo que provoca la ansiedad es real, pero no tenemos las herramientas necesarias para poder regularnos de una manera saludable, por lo que nos genera cierto malestar.

Una de las características principales de la ansiedad es su carácter anticipatorio provocando una respuesta activadora como mecanismo adaptativo de protección y defensa. Esta activación se puede dividir en tres estados distintos, la lucha o huida (hiperactivación), paralización (hipoactivación) y en medio se encontraría, la denominada autorregulación saludable y adaptativa.

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¿Cómo se manifiesta la ansiedad?

Según la teoría de la tridimensionalidad de la ansiedad, la reacción de ansiedad se puede manifestar desde tres niveles diferentes de respuesta. En este caso, debido a la situación de confinamiento que tenemos, la podemos observar, a nivel cognitivo a través de  preocupaciones, hipervigilancia, tensión, miedo, inseguridad, dificultades de concentración,  pensamientos negativos o cierta sensación de pérdida de control. Sin embargo, también podríamos identificarla a nivel fisiológico, a través de la activación del sistema nervioso autónomo, mediante palpitaciones, taquicardia, aumento de la respiración, sudoración, sequedad bucal, temblores, tensión muscular o alteraciones estomacales entre otros y en algunos casos podríamos manifestarla a través del nivel motor, mediante hiperactividad, movimientos repetitivos, dificultades en la comunicación, llanto, o evitación de situaciones temidas.

De la ansiedad normal a la ansiedad disfuncional

Tenemos que tener en cuenta que debido a la situación de emergencia en la que nos encontramos, es normal que experimentemos en algunos momentos ciertos niveles de ansiedad, por lo que es importante señalar la diferencia de cuando hablamos de una ansiedad normal o funcional y cuando su intensidad es disfuncional.

Hay que tener en cuenta que la ansiedad cumple una función adaptativa, que en muchas ocasiones hace que mejoremos nuestro rendimiento, es una sensación o estado emocional normal ante determinadas situaciones o diferentes momentos cotidianos estresantes que podamos tener. En este caso de confinamiento en casa, es normal tener ciertas reacciones de ansiedad, sin embargo cuando está ansiedad, se convierte en una emoción persistente y sobrepasa nuestra capacidad adaptativa, lo que algunos autores han denominado, nuestra ventana de tolerancia, en la cual se representa nuestro rango de intensidad emocional, es decir, los niveles que somos capaces de experimentar cada uno de nosotros, tanto a nivel de hiperactivación, donde hablaríamos de una aumento de la actividad simpática, como de hipoactivación donde se mostraría un aumento de la activación parasimpática, hablaríamos de una ansiedad disfuncional.

Cuando nos encontramos tanto en un estado de hiperativación como de hipoactivación nos quedamos fuera de nuestra ventana de tolerancia, es decir, de nuestra zona  de activación o funcionamiento óptimo para poder regularnos, por lo que nos generará  malestar.

Sin embargo, la manera que esta situación de confinamiento y ansiedad afecta a cada persona va a depender en mayor medida, de los recursos y herramientas que tenga  cada sujeto para su autorregulación emocional.

Por ello es importante tener en cuenta y reconocer en nosotros mismos cuando la intensidad de las emociones que estamos experimentando, durante esta etapa de confinamiento por coronavirus, son desproporcionadas o desadaptativas, para en el caso que sea necesario, poder solicitar asesoramiento psicológico que nos  aporte estrategias y herramientas para poder sobrellevar esta situación de confinamiento de una manera más saludable.

Por ello en el centro de Hernández Psicólogos Málaga, psicólogos Marbella y psicólogos Fuengirola somos un equipo de psicólogos especializados que estaremos encantados de atenderte para enseñarte y dotarte de  herramientas que te ayuden a afrontar esta situación de confinamiento por COVID-19, de la manera más llevadera y saludable posible.

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1 comentario en «¿Cómo afecta el confinamiento a la ansiedad?»

  1. Enhorabuena Beatriz, me parece un artículo muy interesante y de fácil comprensión además de oportuno en el momento actual. Gracias

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