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Problemas de conducta en adolescentes, los más frecuentes

Alejandra Hernández

Artículo redactado por Alejandra Hernández

Soy psicóloga sanitaria, sexóloga, terapeuta EMDR y terapeuta Sensoriomotriz. Dirijo los centros Hernández Psicólogos de Málaga, Marbella y Fuengirola donde he seleccionado a excelentes psicólogos para rodearme del mejor equipo para la atención a personas en el área del bienestar y la salud mental.

La adolescencia es el momento en el que se desarrolla la independencia de las figuras de apego, una etapa llena de cambios que puede generar problemas de conducta. Sigue leyendo para descubrir cuáles son los problemas de conducta en adolescentes más frecuentes.

¿Cuáles son los problemas de conducta en la adolescencia?

La adolescencia es una etapa llena de experiencias enriquecedoras que inciden en la percepción del mundo y la autoimagen de los jóvenes, así como en la adopción de patrones de comportamiento y el manejo de las emociones.

Algunas de estas experiencias son extremadamente positivas y contribuyen al desarrollo de la identidad de manera profunda, como asumir mayores responsabilidades y explorar nuevos conocimientos. Sin embargo, otras pueden predisponerlos a adoptar patrones de comportamiento problemáticos que afectan la dinámica familiar y las estrategias de crianza.

Es común que los padres sientan que, aunque han conocido bien a sus hijos durante años, al llegar a la adolescencia estos cambian de repente, transformándose en personas distintas y presentando nuevos retos en su crianza. 

Veamos cuáles son las dificultades más relevantes asociadas con esta etapa, así como los problemas de comportamiento que suelen surgir. También encontrarás algunos consejos de nuestros Psicólogos Online para abordar la adolescencia de manera óptima.

1. Explosiones de ira y comportamiento violento

En ocasiones, los adolescentes se enfrentan a dificultades para gestionar sus emociones, lo que puede desembocar en comportamientos violentos, arrebatos de ira o expresiones hirientes. En muchos casos, no consideran la comunicación como una opción para resolver problemas debido a su complejidad, por lo que necesitan aprender esta habilidad con la ayuda de sus padres, educadores o terapeutas

Es importante que, como padres, enseñemos a nuestros hijos a expresar su malestar de manera positiva y constructiva. En lugar de solo mostrar su enfado, pueden aprender a hablar sobre las cosas que les molestan, explicar qué es lo que prefieren y lo que no, y entender que los demás no pueden saber lo que quieren si no se comunican claramente. Y lo más importante, es vital reconocer y valorar los esfuerzos que hacen al aprender a manejar sus emociones.

Ante las explosiones de ira en adolescentes es aconsejable solicitar ayuda a un Psicólogo especializado en terapia infantojuvenil, como los de Hernández Psicólogos Online. De este modo, se pueden prevenir problemas más graves como el bullying, comportamientos autodestructivos o el inicio del consumo de drogas.

2. Intentos de llamar la atención, incluso asumiendo riesgos

En la adolescencia, es común que los jóvenes busquen llamar la atención y ganar respeto a través de conductas arriesgadas, una tendencia potenciada por la popularidad de las redes sociales y la competencia por “likes”. 

Estas conductas imprudentes, más frecuentes en chicos que en chicas, reflejan su visión de la realidad y su deseo de aprobación social. Los adolescentes pueden carecer de la madurez cerebral necesaria para evaluar adecuadamente los riesgos asociados con estas acciones, debido al desarrollo incompleto de regiones clave del cerebro relacionadas con la toma de decisiones y la regulación emocional.

Para guiarlos, es más efectivo proporcionar modelos a seguir que promuevan el autocuidado y la prudencia, en lugar de imponer reglas estrictas que pueden ser ignoradas fuera del hogar. Personajes de ficción o influencers que sean un buen ejemplo pueden ser referentes valiosos para los jóvenes en su proceso de desarrollo.

3. Evita responsabilidades

Es normal que los adolescentes a veces eviten responsabilidades, ya sea por miedo al fracaso o por desinterés. Este comportamiento puede ser atribuible a su situación de transición entre la infancia y la adultez, donde pueden sentirse perdidos.

Por ello, es esencial brindarles apoyo para que adquieran habilidades y asuman responsabilidades, no solo mediante instrucciones directas, sino también enseñándoles que el crecimiento implica tomar responsabilidades. En este proceso, es importante tratarlos con respeto, reconociéndolos como jóvenes adultos.

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4. Desafío a las figuras de autoridad

Además de cuestionar a sus padres, es común que reten a otras personas con autoridad como profesores, otros familiares y hasta policías. Esto puede desembocar en comportamientos que no respetan las reglas básicas de convivencia, ausencias escolares e incluso implicación en conductas delictivas.

Dada la complejidad de esta situación, es aconsejable que los padres busquen ayuda en psicólogos especializados en terapia para niños y adolescentes. De esta manera, se puede prevenir que estos comportamientos impacten negativamente en el desarrollo de los jóvenes y generen dificultades en el entorno escolar.

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5. Tendencia a mentir muy a menudo

La mentira es una práctica bastante extendida en la vida cotidiana, y los adolescentes no escapan a esta realidad. A menudo, recurren a la mentira para encubrir comportamientos problemáticos o para disimular sus propias inseguridades.

Si bien no todos los adolescentes mienten, algunos pueden hacerlo con frecuencia frente a sus padres u otras figuras de autoridad. Esta conducta puede ser una manifestación de su deseo de independencia y de desafío a las normas que perciben como impuestas por los adultos. También puede ser una manera de buscar su propio espacio y privacidad, algo que valoran más ahora que cuando eran niños.

6. Aislamiento social

Es común que los adolescentes enfrenten problemas de autoestima que pueden hacer que se sientan tristes o preocupados.

Estos problemas pueden surgir del miedo a no ser aceptados o a no cumplir con las expectativas, y pueden hacer que algunos jóvenes prefieran la soledad y tiendan a evitar la interacción social.

Para ayudarlos, las familias pueden buscar apoyo de un psicólogo y también animar a los adolescentes a conocer a otros chicos y chicas con intereses parecidos. De esta manera, pueden cultivar amistades fuera del entorno escolar y ampliar su círculo social más allá de las aulas.

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¿Cómo tratar a una adolescente con problemas de conducta?

En Hernández Psicólogos Málaga entendemos que conectar con los adolescentes puede ser un reto, pero resulta esencial para lograr cambios positivos. Además, es crucial involucrar a toda la familia en el proceso, ya que el impacto no solo afecta al adolescente, sino también a su entorno cercano.

Es fundamental que los jóvenes reconozcan la importancia de respetar ciertos límites como parte de su crecimiento. La concesión de privilegios debe ser gradual y basada en la responsabilidad con la que manejen esa libertad. El incumplimiento de las reglas conlleva la pérdida de estos privilegios.

Durante esta etapa, es importante que tanto profesionales como familiares trabajen juntos, enfocándose en los progresos y cambios de comportamiento positivos: colaboración en el hogar, establecimiento de amistades saludables y asistencia regular a la escuela. A menudo, los padres pueden pasar por alto estos avances y centrarse en aspectos superficiales, como la vestimenta o hobbies, lo cual puede resultar perjudicial en estos momentos críticos.

Si tienes un hijo o hija adolescente que presenta problemas de conducta y te resulta difícil de gestionar, estamos para ayudarte. En nuestros centros de psicología en Málaga (Teatinos), Fuengirola y Marbella, te atenderán especialistas en psicología infanto juvenil, analizará el caso particular y te indicará cuál es el camino a seguir.

Además, para más comodidad puedes optar la terapia de psicología online, tan eficaz como la presencial. Te acercamos la Psicología allá donde estés, adaptándonos a tu horario. Reserva una sesión con nuestros psicólogos online para mejorar tu calidad de vida y la de tu hijo o hija adolescente.

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